Aquel Otoño

se quedaron aquí las golondrinas,

aquel Otoño

no se hicieron las hojas amarillas,

del mismo modo

renacieron por fin las esperanzas

aquel Otoño,

los labios como metas, como espadas.

 

Aquel Otoño

no se vistió de pardo la ladera

como si todo

anunciase una nueva Primavera;

aquel Otoño

la nieve que cayó sobre las sienes

se fue hasta el fondo

y se fundió en el lago del presente.

 

Aquel Otoño

repicaron campanas generosas,

como si otros

recordasen el ruido de las olas,

aquel Otoño

la calma se instaló en mi pensamiento

y poco a poco

resonaron las risas y sus ecos.

 

Volvió la vida

a mostrar otras cosas que reveses,

que las temidas

circunstancias adversas y estrecheces,

se abrió una rosa

en medio de un jardín deshabitado

y una imperiosa

urgencia de romper con el pasado.

 

Aquel Otoño,

aquel Otoño pasó y llegó el Invierno

y con su soplo

volví a descender a los infiernos...

aquel Otoño

pasó tan de repente que ahora pienso

si fue un Otoño

u otra noche soñando el mismo sueño.

 

 

IMPOSIBLE

 

Pasa la gente, como masa viva

que se va deslizando en el paseo;

ajeno a su pasar y a su deriva

contemplo su expresión y nada veo.

 

Estoy sentado aquí, indiferente,

otra ciudad igual, en otra estancia,

pensando en olvidarte, como siempre,

poniendo entre los dos tiempo y distancia.

 

Tú eres para mí un imposible,

igual que es imposible ser feliz,

aunque tú eres real y es menos triste

el ser un imposible a no existir.

 

Aquí, mientras la gente va pasando,

multicolor serpiente veraniega,

vuelvo a tomar conciencia que estoy harto

del pálido ir y venir que me rodea.

 

Del detalle que nada me interesa,

del hacer tal y cual, omnipresente,

me parece que soy como una presa

en un ajeno mundo deprimente.

 

Y tu imagen, la voz de lo imposible

que toca los rincones de mi alma,

el sabor agridulce, inaccesible,

del amor y el dolor, del todo y nada.

 

Vuelvo a pensar de nuevo en olvidarte

y al menos algo pienso, aunque sea triste,

mas si ser feliz no es nada fácil

¡qué difícil borrar un imposible!

 

 

PARA OLVIDARTE

 

Para olvidarte

voy a enterrar bien hondo los recuerdos,

se me van a olvidar todos los sueños

donde anidaste,

para olvidarte

voy a disimular los sentimientos,

voy a pasar por frívolo y concreto

y a emborronarme.

 

Para olvidarte

voy a tachar de un trazo tu sonrisa,

voy a dejar vacía la guarida

donde invernaste,

voy a alejarme

de la cálida luz de tu mirada

donde yo me guardaba las espaldas

cuando me amaste.

 

Para olvidarte

me pondré del revés si es necesario,

cruzaré más veloz el calendario

por distanciarte,

será ignorarte

un caminar disperso y rutinario

que me acompañará por mi diario

y absurdo avance.

 

Para olvidarte en fin, me romperé en cien mil pedazos,

me hundiré ciegamente en otros brazos

sin compararte,

para olvidarte...

yo pienso que tendría que matarme

y nacer otra vez y no encontrarte,

para olvidarte.

ANOCHE TUVE UN SUEÑO

 

Anoche tuve un sueño, no había nadie

en esa habitación, los dos entramos,

y allí nos encontramos, como alguien

que se estuvo esperando muchos años.

 

Abrimos las ventanas, ya era tarde,

y a todo el mes de Abril nos asomamos,

y sin mirar atrás, fuimos al aire,

abrimos las ventanas y escapamos.

 

E hicimos todo juntos, desde darte

mi tiempo y mi rincón más ignorado,

a abrirte el corazón como se abren

las flores al comienzo del verano.

 

No quisimos volver, sólo, si cabe,

algún recuerdo incierto que dejamos,

no miramos atrás, vimos delante

la vida entera para desquitarnos.

 

No quisimos volver, sólo un instante

para tomar aliento y entregarnos,

"¡cuánto tiempo perdido!" me gritaste,

"¡qué cantidad de amor desperdiciado!"

NOSOTROS LOS ROMANTICOS

 

Nosotros, los románticos,

somos seres extraños

que no estamos tan locos

aunque un poco, lo estamos;

viajamos los ingrávidos

minutos de lo mágico

así, como evadiéndonos

de tiempos y de espacios.

 

Donde sólo hay Otoños,

Primaveras pintamos,

y de este mundo tópico

con frecuencia escapamos;

le ponemos un diáfano

sentimiento distinto

a este gris laberinto

por el que resbalamos.

 

Nosotros, los románticos,

somos seres extraños,

no nos gusta este invento

y por eso inventamos

un azul más intenso

a este cielo nublado,

un impulso frenético

a este mundo cansado.

 

No nos gustan los precios

que a todo le colgamos,

etiquetas y miedos,

aburridos presagios;

no nos gustan los sueños

que acaben despertando

y por eso seguimos

ya despiertos, soñando.

 

Nosotros, los románticos,

pedimos lo que damos,

nos gusta que nos dejen

con nuestros aires lánguidos;

ya quedan pocos seres

de esta clase, tan raros,

que sigan conmoviéndose

con el canto de un pájaro.

 

Nosotros, los románticos,

somos algo enigmáticos,

indolentes a veces

y otras exaltados,

perdedores, ambiguos,

sentimentales, cálidos,

¡qué será de nosotros

pobrecitos románticos!

LARGA NOCHE

 

Hacia tu larga noche

que se apagó brillando,

imaginaria y noble

como lo fue tu paso;

hacia tu estilo raso

que no supo de esquinas,

hacia tu misma cima

trepó mi voz, despacio.

 

Mi voz, en un susurro

oscuro, decadente,

imaginando siempre

por carecer de escudo,

deformando el absurdo

tan cargado de grises,

mi voz, que siempre quise

habitase tu mundo.

 

Y que no llegó nunca

porque nunca escuchaste,

es tan alta la luna

que nunca escucha a nadie...

a quien te quiso alguna,

ya muy lejana, tarde,

cuando de pronto el aire

iluminó una duda.

 

Pero te fuiste entonces,

pero marchaste a tiempo

hacia tu larga noche

para escaparte, creo,

para hacerte de nuevo

y renacer tranquila

allí, donde la vida

te marcará el relevo.

 

Atrás quedó un pañuelo

de blanco y de nostalgia,

atrás, mi desconsuelo

y esa sonrisa amarga

que se pinta en mi cara

cada vez que recuerdo

que hacia tu larga noche

te me fuiste hace tiempo.

MI TIEMPO Y MI ESPACIO

 

Pasé de puntillas

rozando el silencio

sin desmoronarlo;

pasé sin notarlo

dejando en un día

mi tiempo y mi espacio.

 

Quizá sin quererlo

le puse a tu reja

un aire distinto,

y allí, a tu camino,

le traje un aliento

fugaz, peregrino.

 

Le puse un motivo

al viejo rosario

de tus vanidades

con cuatro verdades

que casi ni dije

por casi ni hablarte.

 

¡Qué pena que sólo

tuviera un segundo

calmando tus brisas!

qué pocas sonrisas

arranqué a tus labios,

arañé a tu prisa.

PERDI MI CORAZON

 

Perdí mi corazón una mañana,

Septiembre comenzaba a declinar,

no hubo un solo reproche ni una lágrima,

perdí mi corazón...y nada más.

 

Vivir sin corazón es duro, cansa,

pero hay que vivir, echar a andar,

no mirar hacia atrás, otra mañana

las heridas comienzan a cerrar.

 

Pero ese corazón que te llevaste

se fue a vivir contigo y ya jamás

volví a recuperarlo, ni una parte,

te lo quedaste entero hasta el final.

 

Ayer, cuando te vi, iba en tu frente,

estaba cobijado en tu mirar,

perdí mi corazón, mas tú lo tienes,

¡nadie mejor que tú lo fue a robar!

UN PAR DE LOCOS

 

Entre nosotros

todo es posible,

desde lo fácil

a lo increíble,

desde no vernos

y hasta olvidarnos,

a urgentemente

necesitarnos.

 

Entre nosotros

todo es distinto,

cinco minutos

para vivirnos,

cuatro palabras

y en el abrazo,

una esperanza

y un desengaño.

 

Miradas dulces,

tiernos momentos,

largas esperas,

muchos recuerdos,

estar unidos

y estar muy lejos,

llevar a medias

amor y miedo.

 

Entre nosotros

estuvo el tiempo

y está la vida

interfiriendo,

las realidades,

lo cotidiano,

hoy nos separa

como hace años.

 

Y sin embargo

algo nos une

con un cariño

que todo cubre;

en este tiempo

en que vivimos,

lo de nosotros

es muy distinto.

 

Nos parecemos

el uno al otro

por lo que fuimos,

por lo que somos,

sólo queremos

beber a sorbos

ese amor nuestro,

poquito a poco.

 

Intercambiarnos

los sentimientos,

abrir las puertas

a los deseos...

como nosotros

ya quedan pocos,

dos soñadores,

un par de locos.

DONDE NACEN LAS FLORES

 

Si amaneces un día

con la mirada fría

y ese sabor amargo

de la melancolía...

si quien duerme a tu lado

ya dejó de ser puente

que rescate tu miedo,

tu rutina presente...

 

si al volver la mirada

te tropieza la nada

y ese sabor amargo

de la desesperanza,

donde nacen las flores,

donde muere el Invierno,

yo te estaré esperando

con los brazos abiertos.

 

Si una arruga camina

por tu rostro y se fija

a tu mitada tierna,

a tu tierna sonrisa,

si un dolor se hace fuerte,

si la fatiga crece,

si aunque quieres, no puedes

por mucho que lo intentes...

 

si la vida te niega

de repente, su estrella,

si se te pierde el rumbo

en la dura refriega,

donde nacen las flores,

donde muere el invierno,

yo te estaré esperando

con los brazos abiertos.

VOLVERAS

 

Volverás de un sueño cargado de grises

que pintó un mal sino, en un día negro,

volverás más fuerte, después que te viste

abatida y frágil y presa del miedo.

 

Volverás sabiendo mejor lo que quieres,

mejor lo que tienes, mejor lo que vales,

e irás olvidando que fuiste tan débil

entre el olor blanco de los hospitales.

 

Y los que te esperan, y los que te aman,

contarán los días hasta tu regreso,

el abrazo al hombre que contigo viaja

y al niño que tiembla sin tu mano, el beso.

 

Volverás del frío, del presagio oscuro,

y serás la misma, pero más segura,

verás más amable, más claro el futuro

desde tu sonrisa, desde tu ternura.

 

Habrá, entre la gente que espera tu vuelta,

alguien diferente, un amigo extraño

que sueña contigo y no puede verte,

que no está contigo...y te quiere tanto.

 

Pero lo que importa es que vuelvas pronto

y vuelvas a darnos tu luz, tu sonrisa,

aunque de tu vuelta se aprovechen otros,

aunque otros dispongan siempre de ti vida.

 

PAJAROS TRISTES

 

Hacía tanto frío que quedaron

heladas las miradas,

la noche fue tan larga que escaparon

promesas y palabras;

los vientos del Otoño apagaron

aquellas esperanzas,

hubo dos corazones atrapados

de olvidos y distancias.

 

Pero al volver a vernos se entornaron

de nuevo, las ventanas,

y aquella Primavera redoblaron

alegres, las campanas,

y así los sentimientos replegaron

sus quebrantadas alas

como pájaros tristes que anidaron

en el jardín del alma.

 

SI QUIERES ENCONTRARME

 

Si alguna vez, cansada de extrañarme,

decides que ya es hora del regreso,

si el silencio madura y se hace espeso,

tú bien sabes, amor, dónde buscarme.

 

Allí, en algún lugar donde me expreso

sin que quiera vencerme o derrotarme,

allí donde pregunte sin gastarme

y de todas mis dudas salga ileso.

 

Jamás en el entorno de la gente,

jamás en la palabra intrascendente,

en la rueda banal de compraventa;

 

si quieres encontrarme, si lo intentas,

estoy en ese mundo diferente

donde nada se mide ni se cuenta.

 

ABRE TU CORAZON

 

Ahora que llega Abril,

ahora que ya está aquí,

se viste toda la tarde de Primavera;

hay un almendro en flor,

un sugestivo olor

de rosas que están brotando por vez primera.

Ahora que el tiempo es

de antes y de después,

mira estos ojos míos seguir tu senda,

oye este palpitar

de quien sabe guardar

tu imagen, para tenerla siempre muy cerca.

 

Abre tu corazón,

nota la sensación

de un alma que está escogida para tus brazos,

abre tu corazón,

siente que aquí estoy yo

el brillo de tu mirada siempre esperando.

 

No te ocultes de mí,

no me trates así,

mira que el Sol termina fundiendo el hielo,

sabes que sé esperar,

que estoy una eternidad

llevando hasta tu ventana mi sentimiento;

hoy que Abril se vistió

con ese almendro en flor,

viste tu indiferencia de fantasía,

déjate seducir,

ven a hacerme feliz

y anuda la vida tuya a la vida mía.

 

Abre tu corazón,

olvida ya la razón,

deshazte de indecisiones y no te escondas,

abre tu corazón,

deja entrar el amor

como un torrente de luces sobre tus sombras.

 

EL AMOR AUSENTE

 

El amor ausente es una página

arrancada del libro de la vida,

el amor ausente es una lágrima

cansada de rodar y sin salida,

el amor ausente es la señal

que acaba oscureciendo la razón,

el amor ausente es un puñal

clavado en la mitad del corazón.

 

Hace al hombre esclavo de su suerte,

ensombrece sus idas y venidas,

compañero habitual, omnipresente

testigo de abandonos y de huídas,

abrazado a la mente en el dolor,

refugiado en el cuerpo en el sentir,

aroma persistente, embriagador,

que a veces no se puede resistir.

 

El amor ausente es un murmullo

de rosas que no vieron primaveras,

de ternuras heridas por ocultos

destinos rompedores de quimeras,

el amor ausente es el renglón

que nunca estará escrito al terminar,

el amor ausente es la emoción

condenada a morir sin comenzar.

 

Inspirador de sueños imposibles,

de poemas escritos con el alma,

de caminos sin metas y sin límites

rodeados de tiempo y de nostalgia;

el amor ausente es navegar

con la cruz del olvido como cruz,

el amor ausente es el lugar

donde nunca jamás llegó la luz.

 

QUE VIVA

 

Que no lo apague el viento cuando baja

de algún monte cercano hasta la alcoba,

que no lo venza el tiempo cuando pasa

con su lento camino por las horas.

 

Que no finjan tus ojos, si le miras,

que miren de verdad, como agua clara,

que sonrían tus labios, si suspiran,

abriéndole la puerta a la esperanza.

 

Qu el vaivén de la vida no lo lance

a las playas lejanas del hastío,

que no lo hagan añicos tempestades

destruyendo su imagen con el frío.

 

Que no lo hagan de menos los rumores,

que no lo prostituyan las calumnias,

que no viva repleto de rencores

de aquellos que pisaron por sus lunas.

 

Que viva generoso su presente

compartiendo tu alma con la mía,

sin escuchar los gritos de la gente

tratando de alejarlo con mentiras.

 

Que viva, que respire, que ilumine,

que sea tan hermoso como cierto

este amor que nació tan increíble,

este amor de los dos, este amor nuestro.

 

TE SIGO QUERIENDO

 

A pesar de todo

te sigo queriendo,

a pesar del modo

conque hiere el tiempo,

a pesar de sueños

que no se han cumplido

y que se han dormido

en mis pensamientos.

 

Tus ojos me miran

desde los balcones

de antiguas espinas,

de oscuras prisiones,

desde otros rincones

tu boca me besa

con besos de fresa

y de tornasoles.

 

Qué importa que largos

caminos, separen

tu mano y mi mano,

tu cuerpo y mi sangre,

qué importa, si sabe

querer a distancia

mi alma a tu alma,

¡qué extraños amantes!

 

A pesar de todo

te sigo quereiendo

con un amor roto

por tantos silencios,

a pesar que tengo

de tanto esperarte,

amargo el semblante,

sombrío el sendero.

 

Tu imagen grabada

a fuego en mi vida,

resiste distancias,

adioses y huídas,

se mantiene viva,

no se desvanece,

incluso se crece

con las despedidas.

 

Y es que no te olvido,

te sigo queriendo

con este amor mío

que tiene al silencio

como compañero

de tantas ausencias,

¡con cuánta paciencia

te sigo queriendo!

 

 

                                                                    © 1984 Javier de Lucas