UNIVERSO 2000
Hoy, en el siglo XXI, pensamos que el
Universo, el “Todo”, está formado por partículas, espacio-tiempo y vacío
cuántico. La materia está formada por quarks y leptones, las consideradas como partículas
elementales. Existen seis tipos de quarks: up, down, strange, charme, top y
bottom, y otros seis tipos de leptones: electrón, muón, tau, electrón-
neutrino, muón-neutrino y tau neutrino.
La energía es masa expandida o,
recíprocamente, la masa es energía concentrada. No podemos diferenciar ambos
conceptos, su relación queda patente en la famosa ecuación de Einstein: E = m
c^2. Las fuerzas que actúan en el Universo son de cuatro tipos: gravitatoria,
electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil. Pero las cuatro fuerzas
fundamentales se entienden como interacciones de partículas portadoras,
partículas que se suelen calificar como virtuales: estas partículas constituyen
la radiación.
La fuerza nuclear fuerte actúa sólo en
el interior del núcleo atómico, y está mediada por ocho partículas llamadas
gluones, de cuya existencia se tiene evidencia experimental desde los años 80;
no tienen masa. El portador de la fuerza electromagnética es el fotón, conocido
desde principios de siglo; no tiene masa ni carga eléctrica. La fuerza nuclear
débil es la responsable de la radiactividad; sus portadores, los dos bosones W
y el Z, descubiertos a principios de los 80 en el CERN. La fuerza gravitatoria
tiene en el gravitón a su portador, aún no descubierto.
Estas cuatro fuerzas, junto con la
materia sobre la que actúan, evolucionan en una especie de ruedo, que es el
espacio-tiempo, asistido por el vacío (la ausencia de todo, excepto de
fluctuaciones). A esta visión no se ha llegado en poco tiempo: ha requerido
siglos de actividad científica. Una actividad motivada por la necesidad
inevitable que tiene el ser humano de comprender lo que le rodea, que al
principio se tradujo en mitos sobre la creación, y que luego, con la aparición
del método científico, se transformó en Ciencia.
MITOS
DE LA CREACION
¡Cuántos mitos sobre la creación! En
Persia, en el siglo XI, el poeta, matemático y astrónomo Omar Khayyam, de
Samarcanda, hablaba de un mundo "sombra de la nada", una descripción
que podía resumirse como que el todo es consecuencia de la nada. ¿Quizá un
precursor? El mito pelasgiano, descrito por el
inglés-mallorquín Robert Graves, donde todo surge del caos...y de la nada, y
muchos otros, apuntan en una dirección que, actualmente, los científicos opinan
que no es tan absurda como pudiese parecer...¡sino
todo lo contrario! El modelo del Big Bang, la
Gran Explosión conque comenzó el espacio y el tiempo, es actualmente aceptado
por la inmensa mayoría de la comunidad científica.
Pruebas experimentales de gran peso
específico así lo confirman, desde el descubrimiento de la expansión del
Universo, en 1929, por Edwin Hubble, hasta las últimas pruebas del equipo del
COBE capitaneado por George Smoot ("Arrugas en
el tiempo"), pasando por el hallazgo de Penzias
y Wilson de la radiación de fondo de microondas. Sin embargo, por ahora no
podemos decir nada acerca de los primeros instantes de la historia del
Universo, cuando llegamos a 10^-43 segundos después de su nacimiento, ya que la
Física que manejamos actualmente deja de ser aplicable en ese intervalo, el
llamado "tiempo de Plank". Hubo de esperar
el Universo en expansión hasta que tuvo 300.000 años de historia para ser
transparente a la luz, para que la luz pudiese viajar y propagarse libremente
por el Universo: fue el momento que los mitos, desde el Génesis o el mito
pelagiano, pasando por las tradiciones de los indios y las del Africa negra asocian con el "...y se hizo la
luz". ¡Y los átomos!
PARTICULAS
ELEMENTALES
Los quarks se encuentran en el núcleo
atómico, donde en grupos de tres constituyen protones y neutrones, y en parejas
de quark y antiquark forman otras partículas
exóticas, los mesones, que se encuentran en el interior del núcleo. También los
leptones se encuentran en el interior del núcleo, excepto los electrones. Se
sabe que los quarks y los leptones se organizan en familias; la primera,
formada por los quarks up y down, el electrón y el electrón-neutrino. La
segunda, constituída por los quarks charme y strange,
el muón y el muón-neutrino, y la tercera, formada por los quarks bottom y top
(descubierto en 1994), el tau y el tau-neutrino.
EL
ESPACIO-TIEMPO
La fuerza de la gravedad se entiende hoy
en día como una consecuencia de la geometría del espacio-tiempo. Al ser éste
curvilíneo, con el mero transcurrir del tiempo se genera un tipo de fuerza, una
especie de fuerza centrífuga, como la que hace derrapar un coche al entrar en
una curva, y esa especie de fuerza centrífuga, como postuló Einstein, es la
fuerza de la gravedad.
Después de hacer varios intentos,
Einstein consiguió escribir una ecuación cuyo miembro de la izquierda describe
la geometría del espacio-tiempo y el de la derecha, la contribución de la
materia. Hay varios términos en el lado izquierdo de la ecuación, que describen
la geometría de una forma específica y que es la única compatible con la noción
de que la materia no se crea ni se destruye. Un término describe la curvatura y
otro, el llamado tensor de Ricci, está relacionado con la curvatura (al
multiplicar el inverso de la métrica por el tensor de Ricci obtenemos la propia
curvatura).
A la derecha de la ecuación hay una
contribución debida a la materia, incluyendo quarks, leptones, partículas
portadoras de fuerzas, y otra contribución, que en principio Einstein olvidó y
que después introdujo, la constante cosmológica, con la que pretendió resolver
las contradicciones entre la teoría y las observaciones astronómicas. Esta
constante describe la cantidad de energía que potencialmente hay en el vacío,
hoy pequeñísima, pero en el Universo primitivo extraordinariamente grande.
Esto nos lleva a la noción de que
la masa modifica la geometría del espacio-tiempo: con la tecnología actual, en
el espacio podemos comprobar la desviación de la luz debida a la curvatura del
espacio-tiempo por la existencia de lentes gravitacionales.
TIPOS
DE UNIVERSOS
El astrónomo y matemático holandés De Sitter halló soluciones a las ecuaciones de Einstein
descubriendo que el Universo no es estático: se expande o se contrae sobre sí
mismo. De las ecuaciones se deducen varios tipos de Universos, dependiendo
fundamentalmente de "k", representante de la curvatura, que es nula
si el Universo es plano y positiva o negativa si su geometría es, mal
comparada, como la de una naranja o como la de una silla de montar a caballo, y
de otro término, "lambda", una función de la constante cosmológica,
es decir, la energía del vacío.
Representando en abcisas la edad del Universo y en ordenadas su tamaño,
aparecen hasta once tipos distintos de Universos, con las combinaciones de k=0,
k=1 y k=-1 con lambda =0, >0, <0, =E, >E, <E (siendo E el valor de
la constante cosmológica introducida por Einstein). Universos en eterna
expansión, en contracción, oscilantes...la materia oscura parece ser que tiene
la clave.
Si encendemos el televisor y
desconectamos la entrada de la antena, o sea, si lo desintonizamos,
observaremos que en la pantalla aparecen muchos puntos de nieve. Entre el 5% y
el 10% de los puntitos se debe a la radiación de microondas que pueblan el
Universo: son fotones que nos están llegando a la Tierra de la época en que el
Universo se hizo transparente, cuando tenía unos 300.000 años; es lo que se
llama radiación de fondo de microondas. Debió existir un momento en que el
Universo debió de ser muchísimo más pequeño que el interior de un protón; con
la Física que manejamos actualmente, podemos describir sin demasiadas
imprecisiones las características del Universo a partir de que alcanzase un
tamaño de 10^-33 cm, 10^-43 s después del Big Bang.
Pero sigue habiendo preguntas sin
respuestas: ¿por qué hay cuatro fuerzas fundamentales y no más? ¿Por qué hay
sólo tres generaciones, tres familias, de materia? ¿Pudo el Universo en que
vivimos haber sido diferente? Si las condiciones iniciales hubieran sido
diferentes, ¿lo seríamos nosotros también? Y la pregunta clave: ¿qué es el
vacío? La opinión de los físicos se decanta por la siguiente respuesta: el
vacío es la nada sujeta a fluctuaciones de energía.
De las fluctuaciones cuánticas en el
vacío parece que emerge todo.
EL
FUTURO DEL UNIVERSO
El futuro del Universo depende
rotundamente de la cantidad de materia que exista en el mismo. Si esa cantidad
es la suficiente como para cerrarlo, éste se colapsaría sobre sí mismo en un
Big Crunch, tardando diez o veinte mil millones de
años en desaparecer por completo en ese gran crujido. Pero si el Universo no
tuviera la cantidad de materia necesaria, ¿cuál sería su futuro?
Para contestar a esta pregunta, nos
interesan dos tipos de procesos: los asociados con la estabilidad de la materia
y los asociados con la naturaleza cuántica del espacio-tiempo. En un Universo
abierto, en expansión "para siempre", habría seis procesos clave que
ocurrirían y determinarían de forma indiscutible el futuro global del Universo.
Viajemos hacia ese futuro desde el instante actual, 15 10^9 años después del
Big Bang.
1.- 10^14 años: todas las
estrellas habrán consumido su combustible nuclear.
2.- 10^17 años: todas las estrellas
perderán sus planetas.
3.- 10^18 años: todas las estrellas dobles
se habrán colapsado y escapado de las galaxias (evaporación galáctica) y el
interior de las galaxias se habrá colapsado en agujeros negros superpesados.
4.- 10^33 años: los protones se habrán
desintegrado.
5.- 10^35 años: el Universo se habrá
convertido en una "sopa" de fotones, neutrinos y agujeros negros
superpesados. Así permanecerá en forma muy "tranquila" hasta
6.- 10^100 años: los agujeros negros se
evaporarán por emisión de la radiación de Hawking. El Universo ha muerto: sus
reliquias estarán constituidas por neutrinos, electrones, positrones y fotones.
Todo esto, naturalmente, para un
Universo abierto en eterna expansión. En el caso de un Universo cerrado, sólo
se producirían los procesos descritos que diesen tiempo antes del comienzo del
colapso. De todos modos, es impresionante cómo la mente del hombre ha sido
capaz de elaborar una serie de teorías científicas, firmemente asentadas en la
Física y las Matemáticas, que permiten visualizar algo que va mucho más allá de
su experiencia cotidiana. ¡El Universo cabe en la cabeza de un hombre!
ANTES DEL BIG-BANG
¿Tiene sentido hablar de lo que
"había" antes del Big Bang? Puede no
tenerlo, pero de hecho es una de las preguntas más habituales que se suelen hacer
al científico. Incluso elucubrar sobre lo que ocurrió desde t=0 segundos hasta
t= 10^-43 segundos, el tiempo de Plank, es sumamente
especulativo. Lo que está claro es la implicación de la Relatividad General y
la Mecánica Cuántica en el microentorno del Big Bang.
En particular, es necesario
introducir la noción de función de ondas del Universo, ya que en los instantes
iniciales, el Universo se debió comportar de forma similar a una partícula
subatómica, y como es bien conocido, en el ámbito de lo atómico se manifiesta
abiertamente la dualidad onda-corpúsculo. En el Universo primitivo, durante la
época en la que la Cosmología Cuántica es válida y durante un período de tiempo
de 10^-43 segundos, el Universo, es decir, todo lo que lo constituye, participa
de esa dualidad onda- partícula. Esto significa que, al ser como una onda, no
se le puede localizar en el espacio ni en el tiempo, y por tanto, no se puede
hablar del punto cero del tiempo, del origen del tiempo, ni del origen del
espacio. La pregunta ¿cuál es el origen del espacio y del tiempo?, carece de
sentido, al igual que nuestra experiencia de lo cotidiano no tiene cabida
dentro del comportamiento cuántico.
Cabe la posibilidad de plantearse
al Universo inicial como una partícula, una partícula cuántica sujeta, por lo
tanto, al Principio de Indeterminación de Heisenberg:
tampoco podríamos conocer en este caso el origen exacto del tiempo ni del
espacio. Independientemente de que el Universo se comporte como una onda o como
una partícula, no es posible acceder al propio origen del espacio y/o del
tiempo.
¿Y antes del Big Bang?. La respuesta a esta pregunta aún no se conoce, pero sí se
pueden ofrecer algunos rasgos generales sobre la posible transición de un antes
a un después del Big Bang. Dentro de la Física actual
pueden considerarse dos escenarios para la transición, que corresponden a las
dos únicas posibilidades matemáticas que admiten las ecuaciones. Un escenario
se conoce como "creación de la nada", y el otro, "creación sin
fronteras".
CREACION DE LA NADA
En este escenario tiene lugar la
materialización del Universo a partir de la nada, en un instante de tiempo cuya
duración es compatible con el Principio de Incertidumbre.
Aquí es importante recalcar que la nada,
para los físicos, es el vacío cuántico, la ausencia de todo excepto de
fluctuaciones. El vacío cuántico es tal que, cuando se perturba, da lugar a
materia más antimateria, a la generación de "algo" y exactamente la
misma cantidad de "antialgo". El vacío debe
de contener tanto al espacio-tiempo como a un anti espacio-tiempo; pero según
la Cosmología cuántica, la naturaleza del espacio-tiempo es tal que su némesis
coincide consigo misma. La fluctuación del vacío cuántico produce el
espacio-tiempo, y en principio todas las geometrías posibles serían igualmente
probables. Pero considerando fluctuaciones en la propia geometría, podrían
distinguirse unas geometrías de otras. La geometría que, debido a la
fluctuación, se convirtiese en la que sobreviviría mejor, se convierte en la
más probable, y por ello, la que define y determina en gran parte la posterior
evolución del Universo. A partir de la creación de la nada y una vez que el
espacio-tiempo ha evolucionado hacia un estado en que la geometría ya se ha
diferenciado, el Universo emergente se puede describir mediante la Cosmología
clásica, según la cual podemos comprender su evolución desde el Big Bang hasta hoy.
CREACION SIN FRONTERAS
La creación sin fronteras es más
abstracta que la creación de la nada y, por tanto, más difícil de visualizar
con palabras. La idea esencial es que no es posible asignar un comienzo al
espacio-tiempo en la época de la Cosmología cuántica, un comienzo único y
especial. El Big Bang estaría representado por un
punto en una hipotética esfera, pero al ser todos los puntos de la misma
equivalentes, todos serían candidatos a Big Bang en
las mismas condiciones. Para que esto sea cierto, la esfera sobre la que
describimos la creación debería tener un radio nulo en el momento en el que se
creó el Universo, y al no existir ningún punto cuando se creó, vemos que el
origen de los tiempos, el instante del Big Bang, es
inalcanzable en sí, no tiene frontera.
Resumiendo, la creación sin
fronteras consiste en un escenario según el cual el Universo emerge como
consecuencia de la imposibilidad lógica de establecer un origen único de los
tiempos.
COSMOLOGIA Y MECANICA CUANTICA
Las dos descripciones del
"antes del Big Bang", creación de la nada y
sin fronteras, han de ser consideradas como propuestas matemáticamente
rigurosas para describir el origen del Universo, pero nada más. No podemos
acceder, por ahora, a una evidencia experimental, aunque, evidentemente, estos
escenarios no son metafísicos. Ciertas preguntas que nos hacíamos antes dentro
del contexto de la Filosofía y la metafísica, hoy nos las hacemos dentro de la
Física, y encontramos respuestas coherentes con el método científico.
Las dos respuestas descritas no
deben ser aceptadas como "la verdad", sino como algo comprensible a
través de la Física que conocemos hoy. La Cosmología, aplicada al entorno del
Big Bang, es una Cosmología cuántica, una aplicación
de la Mecánica cuántica al origen, por lo que debe diferenciarse de la
Cosmología clásica, aplicable a la evolución del Universo después de la Era de Plank. Sin embargo, para poder aplicar la Mecánica cuántica
al Universo primitivo, hay que modificarla, pues su aplicación al átomo y
a las partículas elementales, que es evidente, no es válida, no es adecuada
para la Cosmología cuántica, al menos por dos razones.
En Mecánica cuántica, es posible
la división del sistema físico en observador y observado, pero el Universo es
el todo, incluye al observador. Es más, el observador y las medidas que hace no
pueden ser importantes a la hora de describir el Universo temprano, cuando no
existían ni el observador ni las medidas. Pero hay otra razón por la que hay
que modificar la Mecánica cuántica si queremos aplicarla al origen del
Universo; en ella, existe una diferencia esencial entre el espacio y el tiempo,
una diferencia que es necesario eliminar si se quiere extender la Mecánica
cuántica a la Cosmología. En Mecánica cuántica, el tiempo no puede fluctuar,
mientras que en Cosmología cuántica es esencial que el espacio-tiempo fluctúe.
Algún día podremos concluir si el
Universo se creó de la nada o surgió por creación sin fronteras, y quien puede
dar la solución es el fenómeno de las ondas gravitatorias, oscilaciones del
propio espacio-tiempo que se generan, según la Relatividad General, cuando
tienen lugar cambios importantes en la densidad de la materia o en cualquier
otro proceso que afecte a la estructura del espacio-tiempo. En el Big Bang se produjeron copiosas cantidades de ondas
gravitatorias, es evidente, pues se "movieron" grandes cantidades de
espacio-tiempo y de materia. Las diferencias entre ondas gravitatorias
producidas en creación de la nada y en creación sin fronteras son claras, pero
el problema es poder detectar esas ondas. La construcción de detectores de
ondas gravitacionales es un hecho, y sus descubrimientos permitirán, a medio
plazo, determinar de forma precisa cómo fue realmente el nacimiento del
Universo.
FISICA,
QUIMICA, BIOLOGIA
Hemos visto cómo el Universo surgió,
posiblemente, de una fluctuación de la nada. Del propio tejido del espacio-
tiempo, en armonía con el vacío y en danza con la materia y la radiación, se
generó la estructura de la materia que conocemos, y como demuestra nuestra
propia existencia, la materia se organiza en otros objetos capaces de controlar
su ambiente. Ahora vemos cómo existe una posibilidad seria
de extender a la Biología lo que sabemos que funciona en el campo de la Física,
y así entender cómo las moléculas orgánicas se transformaron en células, y
éstas en organismos pluricelulares con múltiples formas y gran variedad de
tipos.
En concreto, se han hecho
descubrimientos por parte de investigadores químicos del origen de la vida que
pueden conducir a saltar la barrera entre lo no-vivo
y lo vivo; estos descubrimientos están basados en experimentos de laboratorio
en los que se demuestra la existencia, a partir de síntesis de componentes
inorgánicos, no vivos, de sistemas moleculares suficientemente complejos como
para poder prosperar y autoorganizarse, manteniéndose
a sí mismos sin degenerar.
LA VIDA
Debido al trabajo de generaciones de
biólogos, químicos y físicos, hoy en día consideramos cinco propiedades
esenciales que caracterizan a un ser vivo: que se metabolice, que se
reproduzca, que identifique a los de su propia clase, que pueda ser parásito y
que pueda ejercer la simbiosis. Las tres primeras propiedades se dan en todos
los seres vivos; respecto a las dos últimas, hay seres que tienen la cuarta,
otros la quinta, y otros ambas. Las tres primeras propiedades se pueden
describir de forma muy precisa mediante las leyes de la Física, de manera que
podemos diseñar programas de ordenador que las tienen, y que constituyen la
base de una nueva ciencia emergente llamada Vida Artificial. Una disciplina que
estudia la vida "in silicio", en el silicio de los chips del
ordenador, en contraste con la vida "in vitro" que estudian los
biólogos.
La vida emergió en la Tierra hace
3.800 millones de años, y aún no hemos logrado entender cómo ocurrió este
fenómeno. La vida se desarrolló rápidamente y nunca desapareció desde entonces.
De la misma forma que los componentes del Universo generan, interaccionando
entre ellos, las estructuras más eficientes desde el punto de vista de la
conservación de la energía, la vida no parece ser otra cosa que la consecuencia
de una confabulación extraordinaria entre la dinámica, la termodinámica y el
azar: juntos organizan la materia de esa manera tan maravillosa que llamamos
vida.
De la misma forma que en la
historia del Universo podemos distinguir varias etapas o eras-clave, lo mismo
podemos hacer con respecto a la historia de la vida en la Tierra. Las eras del
Universo son la era de la gravitación cuántica, la era de la gran unificación,
la era de la unificación electro-débil y la era del dominio de la materia
frente a la radiación. Las eras de la historia de la vida en la Tierra son: la
era de la Química, la era de la información, la era de la protocélula,
la era de la célula aislada, la era de los organismos multicelulares y la era
de la mente. Estas eras no deben confundirse con los seis hitos o eventos
esenciales en la historia de la vida en la Tierra.
LOS SEIS EVENTOS
Los seis eventos o
"apariciones" corresponden a los siguientes hechos que sabemos que
han tenido lugar en la Tierra:
1. La síntesis prebiótica de los
compuestos químicos de los que surgiría la vida.
2. La aparición de un ambiente aeróbico.
3. La aparición de los primeros
animales.
4. La aparición de las primeras plantas
terrestres.
5. La aparición de los primeros animales
vertebrados.
6.- La aparición del hombre.
Las síntesis orgánicas necesarias para
la aparición de la vida pudieron darse en los fondos marinos de la Tierra,
aunque existen otras teorías que sugieren escenarios diferentes. Parece un
hecho cierto que estas síntesis tardaron poco tiempo: fueron unas reacciones
químicas autosostenidas, como consecuencia de un
proceso de autoorganización en los componentes
químicos que se daban en la Tierra en esa época.
Algunas moléculas prebióticas, de
las que luego surgiría la vida, pudieron aparecer en la nebulosa de la que más
tarde, por condensación, se formaría la Tierra. Es incuestionable que la vida
se originó en un período de tiempo corto y que hubo varios inicios frustrados
hasta que, cuando bajó la frecuencia de las colisiones con meteoritos de todos
los tamaños, tan presentes en aquella época, ya se pudo afianzar un modo que
prosperó hasta lo que hoy conocemos.
La temperatura media de los
océanos del planeta debió de estar, durante la época en que surgió la vida, por
debajo de los 25ºC; las temperaturas bajas favorecen la síntesis de moléculas
complejas. En la atmósfera primitiva casi no había oxígeno: el siguiente hito
es la aparición de un ambiente aeróbico, es decir, oxigenado. La fotosíntesis
inicial que dio lugar al oxígeno libre de la atmósfera se debió, probablemente,
a la existencia de unas bacterias, las cianobacterias, que ya existían hace
3.800 millones de años.
Aunque el oxígeno está en la
atmósfera desde hace 3.800 millones de años, su aparición en grandes cantidades
como oxígeno libre no tuvo lugar hasta hace 2.000 millones de años, por lo que
la atmósfera terrestre fue hasta entonces prácticamente anaeróbica. Desde hace
1.800 millones de años, la atmósfera terrestre dio vía libre a la vida basada
en el oxígeno, en la química del oxígeno, al no quedar ya más materiales
primitivos que consumieran el oxígeno producido por las cianobacterias.
En este período de la vida de la
Tierra ocurre un fenómeno muy importante: la aparición de un nuevo tipo de
célula, las llamadas células eucarióticas. Hasta entonces, sólo habían existido
organismos procarióticos, como las cianobacterias;
todas las células de todos los seres multicelulares que existen sobre la faz de
la Tierra son eucariotes, y su árbol genealógico
converge en los primeros eucariotes que aparecieron
hace 2.000 millones de años.
El tercer acontecimiento
importante en la historia de la vida lo constituye la aparición de los
animales, objetos multicelulares construidos en base a células eucarióticas,
cada grupo de ellas especializado en tareas muy bien definidas. Estas
características, que son compartidas por todos los animales vivos y fósiles,
los remite a un tronco común llamado metazoa, hace 2.000 millones de años. Hace 550 millones de
años se produjo la aparición de una enorme variedad de seres multicelulares,
que permite inducir una evolución "a saltos": los seres vivos
permanecen largos períodos de tiempo existiendo, sin cambiar apreciablemente, y
en un corto período, quizá disparados por una fluctuación, se producen en
ellos cambios cualitativos muy notables. Los metazoa
cambiaron muy poco en el período comprendido desde hace 2.000 millones de años
hasta hace 550 millones.
El cuarto evento se refiere a la
aparición de las plantas terrestres, sin necesidad de estar inmersas en un
medio acuoso. Descendientes de las cianobacterias, aparecen hace 450 millones
de años: las plantas salen del mar y se establecen en la superficie de la
Tierra. De esta forma se modifica el ambiente terrestre, se impacta en la
geología y se crea un nuevo hábitat para que los animales sobrevivan y
evolucionen.
El quinto evento es la aparición
de los vertebrados, que han dominado la Tierra desde que se incorporaron a
ella, hace 500 millones de años. Son animales dotados de columna vertebral, y
entre ellos encontramos peces, reptiles y aves.
Su ancestro puede ser el Astraspis, un pez que abundaba hace 500 millones de años.
De gran importancia fue el desarrollo del huevo como medio de reproducción,
sobre todo cuando se empezó a desarrollar en el interior de la hembra, donde la
protección es máxima. De aquí se pasó a animales cada vez mayores, como los
dinosaurios; todo esto ocurría a la vez que tuvieron lugar tres
"accidentes" de gran importancia que finalmente despejaron el camino
para la dominación por parte de los animales con placenta: primero, hace 100
millones de años, la dominación de las plantas con flores, con el consiguiente
impacto en los herbívoros. El segundo, hace 65 millones de años, la
desaparición de los dinosaurios, producida seguramente por el impacto de un meteorito,
y el tercero, la aparición de los mamíferos, hace también 65 millones de años.
El sexto y último evento es la
aparición del hombre. El hombre pertenece a un grupo de primates que a su vez
está incluído entre los mamíferos. Los antecesores
del hombre, los homínidos, empiezan a diferenciarse de los protochimpancés
y protohumanos hace 5 o 6 millones de años. Hace 17
millones de años, los orangutanes comenzaron a separarse de los homínidos.
Desde hace 4,5 millones de años, los
homínidos eran bípedos, y según las últimas teorías, desde entonces comenzó a
desarrollarse el cerebro, y con él, la inteligencia, como un fenómeno de autoorganización.
A modo de resumen, la vida pudo
surgir en la Tierra como consecuencia de la segunda ley de la Termodinámica y
la autoorganización que se genera cuando se le
inyecta energía desde fuera al sistema, que en este caso es la Tierra. Por
procesos de autoorganización y procesos en los que se
maximiza el uso de la energía, puede llegarse a situaciones cada vez más complejas,
que, en el caso de la vida en la Tierra, han dado lugar al hombre. Uno de ellos
está escribiendo este ensayo.
ULTIMAS
PREGUNTAS
Podemos dar la impresión de que las
cosas se conocen con mucho detalle, y que ya lo sabemos todo, pero no es así.
Existen muchas preguntas que necesitan ser resueltas urgentemente en el
contexto de la Física, para poder afianzar nuestras ideas sobre el Universo.
Parece ser de 14.000 millones de años, pero aún se barajan otras edades que van
desde los 10.000 millones (lo que haría entrar en crisis la Teoría Estándar), a
los 20.000 millones. Necesitamos saber con aproximación la cantidad de materia
total del Universo, la materia oscura, para poder predecir un Universo
expansivo u oscilante.
Las respuestas a estas preguntas han de
ser positivas si la Teoría General de la Relatividad realmente describe la
gravitación. Sobre los agujeros negros, aun generalmente aceptados por la
comunidad científica, no hay todavía evidencia totalmente inequívoca de su
existencia. Las ondas gravitatorias aún no han sido descubiertas, aunque un
grupo australiano y otro italiano parecen haberlas detectado, aunque no de
forma clara. El efecto Lense-Thirring consiste en que
la Teoría General de la Relatividad predice que, al igual que cuando se mueve una
carga eléctrica se produce un Campo magnético, cuando se mueve una masa se
produce un Campo gravitatorio que se superpone al de la masa estática. Parece
ser que en Julio de 1996 se evidenció su existencia, aunque ésta aún no es
concluyente. Las respuestas en firme requieren el desarrollo de nuevas
técnicas experimentales y nuevos instrumentos que aún no están concebidos, pero
las preguntas son tan fascinantes que continuarán motivando a generaciones de
físicos experimentales.
Para evidenciar la respuesta se
construye actualmente el acelerador LHC (Large Hadron Collider), en el CERN. En
España se acaba de dar luz verde a la construcción de un acelerador en
Cataluña.
La respuesta se busca, principalmente en
los aceleradores, y esta respuesta, junto con el conocimiento de si los
neutrinos tienen o no masa, determinarán de forma muy profunda nuestro avance
en el conocimiento de la estructura de la materia y las fuerzas que actúan
sobre ella al nivel más íntimo.
Aún estamos lejos de conocer
respuestas satisfactorias. Hay muchas incógnitas sobre la naturaleza del
tiempo. Respecto a los viajes hacia el pasado o hacia el futuro, teóricamente
sí es posible, pero las dificultades de todo tipo, a nivel conceptual y
práctico, son tantas que convierten este tema en uno de los más fascinantes
para su estudio en nuestro siglo XXI.
© 2000
Javier de Lucas